Dia 4 - Caldas de Rei - Padrón
Cuarto dia - Un Dia de Cultura Gallega
Nuestra cuarta jornada comenzó con un lujo: la madre de Adrián nos acercó en coche al punto exacto donde habíamos dejado el camino el día anterior, justo al lado de la bonita cascada de Barrosa. ¡Un lugar con mucho encanto para retomar la marcha!
Desde allí, con la energía renovada, atravesamos Caldas de Reis y pusimos rumbo a Padrón, una localidad emblemática en Galicia por su profunda vinculación con la tradición jacobea. El Camino se llenaba cada vez de más peregrinos, creando una sensación de comunión única, una mezcla de amistad y esfuerzo compartido por conseguir un mismo objetivo.
Esta etapa se caracteriza por ser un tramo más bien plano, muy agradecido para las piernas después del día anterior, y que discurre entre una sucesión de pueblos de una hermosura incomparable. Pasamos por joyas como San Miguel de Valga, con su iglesia románica, y Iria Flavia, una aldea histórica que fue sede episcopal antes que Compostela y donde se encuentra la Fundación Camilo José Cela. Cada rincón respiraba historia y tranquilidad.
Tengo que reconocer que este tramo, entretenido con tanta belleza, parece más corto de lo que es. Casi sin darnos cuenta, ya estábamos llegando a Padrón. Localizamos rápidamente el albergue, dejamos las mochilas y nos dirigimos a reponer fuerzas con una buena comida en uno de los restaurantes del pueblo.
Después de comer, seguimos el ritual sagrado del peregrino: una pequeña pero reparadora siesta. Tras una ducha revitalizadora, salimos a conocer las maravillas que Padrón nos ofrece.
La más destacable para nosotros fue, sin duda, el Museo de Rosalía de Castro. Es una representación típica y preciosa de una casa gallega de la época, donde se respira la esencia de la gran escritora. Dentro, pudimos ver sus muebles originales, manuscritos, objetos personales y sumergirnos en la vida y la obra de esta figura fundamental de la cultura gallega. Una curiosidad que nos sorprendió mucho fue descubrir que la bandera gallega, tal y como la conocemos hoy, fue diseñada y confeccionada por el marido de Rosalía, Manuel Murguía, y su hija.
Después, recorrimos las iglesias y monumentos del pueblo, como la Iglesia de Santiago, donde se encuentra el famoso "Pedrón" (la piedra a la que, según la tradición, se amarró la barca que traía el cuerpo del Apóstol).
Para el final de la tarde, decidimos irnos pronto para la cama. Un ambiente de anticipación y emoción flotaba en el aire. ¡Ya nos esperaba nuestra última etapa hasta Santiago!














